finca tungasuk

De la chacra a la mesa

Category: Uncategorized (Page 2 of 2)

Hongos en Tungasuk

Lo logramos!!!

Después de un primer intento fallido de cultivar hongos, logramos cosechar los primeros “Pleurotus”, hongos ostras, ahora que inicia el último mes del año.

Dicen que la familia de hongos pleurotus es la mejor para iniciarse en el mundo de los hongos, ya que crecen de manera rápida y los requerimientos son menores a otras variedades. Humedad y una temperatura cálida, son dos de los factores más importantes para lograr una cosecha exitosa. Además de haber sido cuidadosos en la fase inicial de llenado de bolsas.

Fase 1. Construcción del bohío o como nos gusta llamarle “la casita de los hongos”.

image

image

Fase 2. Siembra de sorgo, que servirá para la inoculación de los hongos, el medio que el pleurotus colonizará.

image

Fase 3. Preparación del sustrato, una mezcla de hoja de plátano y king grass (o rastrojo de frijoles, etc) secadas al sol, picadas finamente y hervidas por 2 horas.

image

Fase 4. Visita de Liuva, la asesora y experta de INIFAT  Instituto de Investigaciones Fundamentales en Agricultura Tropical “Alejandro de Humboldt”) con quienes el guajiro Alfredo hizo el curso y quienes venden los inóculos, “la semilla”, para el llenado de bolsas.

image

Fase 5. Reposo de 15 a 21 días de las bolsas en oscuridad y un ambiente húmedo.

image

Fase 6. Apertura de las bolsas

image

image

Fase 7. Dejarse deslumbrar por el crecimiento de los primeros hongos!
Cosecharlos y empezar a degustarlos 🙂

image

Ahora a cocinar pasta con hongos, omelette de hongos, hongos salteado con acelga, crema de hongos y bueno para que seguir haciendo la lista……

Un pedacito de Tungasuk en la Habana

El calor está apretando fuerte, parece que la lluvia se nos anduvo corriendo este mes de mayo. Habrá que cantarle un poco, recordarle cuanto la necesitamos y extañamos, quizá así este mes de Junio que está empezando pueda alegrarnos y refrescar nuestras tardes con más frecuencia.

Aun así, hemos sido dichosos de estar, hasta la fecha, cosechando lo que sembramos desde finales del año pasado e inicios de este 2016.

Y todavía más afortunados de tener para compartir un poco de la abundancia de estas cosechas sobrevivientes (al cambio climático, sequía, fenómeno del niño como quieran llamarle) con amigos, conocidos, familia y personas que nos han visitado en estas semanas pasadas.

Entre estos, nuestros amigos de Cubalibro que siempre nos abren sus puertas para ofrecer a sus visitantes y vecinos del Vedado un pedacito de Tungasuk.

image

Gracias por permitirnos compartir un poco de los frutos de este pedacito de tierra caribeña.

image

Reflexión sobre una quema no anunciada

image

Hace dos años llegamos a esta tierra que llamamos Tungasuk. El primer año todo se movía por la emoción de emprender muchas cosas por primera vez. Algunas actividades en las que debutamos fueron: aprender a sembrar y cosechar con el ritmo de la luna, marcar terrenos, alimentar aves y cochinos, guardar semillas de nuestros cultivos (frijol, maiz, lechuga, ajonjolí…), identificar árboles para leña, identificar cocos de agua y de carne, reproducir árboles o matas por gajo, esqueje o semilla, crear barreras para evitar la erosión de tierras por las lluvias, entre otras muchas.

Una de esas labores que nos ha resultado muy compleja y delicada ha sido la limpieza y preparación de las tierras. Se acostumbra quemar lomas y terrenos enteros antes de sembrarlos con el fin de acelerar su limpieza y enriquecerlos (con las cenizas). Sin embargo, pese a nuestro poco conocimiento en la materia, intuiamos que no era el proceso más amistoso con el medioambiente y con el que nos sentiríamos cómodos de trabajar. En esa búsqueda por una mejor manera de hacerlo, entre lecturas y conversaciones, empezamos a realizar pilas de basura (malas hierbas y troncos inservibles para leña u otros fines) y quemarlos tratando de estar pendientes mientras se realiza la quema y habiendo limpiado los bordes de esas pilas para evitar que el fuego salte y arrase con las áreas sembradas y bosques cercanos.

Sin embargo, pese a las precauciones que se han tomado, con ayuda y asesoría de amigos y colaboradores, nos vimos afectados por una quema que se salió fuera de control, hace dos meses. El fuego vino desde muy lejos de una finca vecina, saltó el cerco que colinda con nuestras siembras y llegó hasta la loma donde hay naranjas y café. Esta quema coincidió con la sequía que está afectando al Caribe y Centroamérica, así que un gran porcentaje de nuestras matas de café murieron. Algunas de naranja han retoñado y quizás con la primera lluvia de mayo algunas revivan y otras se recuperen.

image

Este incidente nos ha entristecido, molestado, dado rabia, sentimiento de impotencia (el fuego es muy poderoso e intimidante), nos ha hecho reflexionar sobre algunos aspectos de la gestión de la finca pero viéndole el lado menos malo, nos ha llevado a tomar acción.

Comenzamos la limpieza del cerco de almácigos, para evitar que en el dado caso que se genere fuego nuevamente en este lugar donde frecuentemente se quema, este no salte y se propague. Estamos cuidando y limpiando el bosque que está bajo la siembra de naranjas, en una cañada, el cual se ha convertido en nuestro nuevo rincón favorito. Evaristo, uno de nuestros colaboradores que lleva ya más de un año trabajando con nosotros, nos está ayudando a identificar las especies maderables y forestales para tener cuidado de no cortarlas.

image

Guácimas y guacimillas del bosque

Así que ese coraje y enojo está transformándose en un esfuerzo físico por preservar y cuidar las áreas de bosque que teníamos fuera del foco de nuestra atención. A lo mejor este verano que se anuncia más caluroso que el anterior, nos encuentre con unas hamacas en medio del palmar. Así empezamos el segundo año en Tungasuk, con un poco más de relexión y ánimo para emprender otras aventuras que están en lista de espera.

Flores y abejas meliponas

Abejas meliponas disfrutando de las flores del apio florecido en el huerto. Quedamos a la espera de la miel que resulte de esta polinización 🙂

image

image

image

Panchito castrando la colmena de meliponas

Vegetales de la temporada

Para celebrar la abundancia de vegetales aun en tiempos de sequía, nos antojamos de una pasta frita con chile picante de sri lanka (cultivados en la finca), pimientos verdes y rojos, zanahoria, la primera col morada de la finca, cebolla, aji cachucha, ajo, cebollino, gengibre y aguja frita de Baracoa.

image

Pasta frita con vegetales de temporada

image

Chile picante srilanka

image

image

image

image

image

Medallones de aguja

No sólo en el mar

…la vida es más sabrosa. La consentida de la casa, Belle se echa sus pelones vespertinos luego de dar guerra por las mañanas en el campo.

image

Primavera 2016

Domingo 17 de abril 2016

Hoy concluimos nuestra tercera visita al mercado-feria dominical de Caimito, provincia Artemisa.
Tras tres domingos de venta nuestros antiguos clientes regulares nos saludan y expresan su contento al vernos.
Nos ha tomado un poco de tiempo retomar el ritmo, pero se siente demasiado rico repensar nuestra mañana de trabajo e intercambio en el mercado local una vez en la playa.
Playa El Salado y Baracoa nos han sabido mimar tras dos fines de semanas intensos en Finca Tungasuk.
Ahora a planear la siembra de este año: 500 matas de mago y 300 de guayaba…

image

Leyenda Guaraní del Girasol

¨Pirayú era cacique de una tribu que vivía a orillas del río Paraná. Mandió era cacique de una tribu vecina. Pirayú y Mandió eran buenos amigos. De ahí que sus pueblos intercambiaban en paz artesanías y alimentos.

Cierta vez, Mandió tuvo la gran idea de unir a las dos tribus, y por eso pidió en matrimonio a la hija de Pirayú. – Para estar siempre unidos quiero casarme con tu hija – dijo a su amigo. Imposible – respondió preocupado Pirayú. Y contó en seguida a Mandió que su hija no se casaría con ningún hombre porque había ofrecido su vida al dios Sol.

Ante la incredulidad de Mandió, Pirayú explicó que -Carandaí, mi hija, desde muy pequeña pasa las horas contemplando al sol. Sólo vive para él. Por eso los días nublados la ponen tan triste -; Mandió se alejó disgustado y prometiendo venganza.

Los días pasaron hasta que cierta vez andaba Carandaí con su canoa contemplando la caída del sol en medio del río cuando, de pronto, vio resplandores de fuego sobre su aldea. Remó rápidamente hacia la orilla, pero, cuando intentó desembarcar, unas barras gruesas de madera trabaron sus movimientos.

¡Ajá!, tendrás que pedirle a tu dios que te libere de mi venganza – dijó Mandió.

¡Oh! Cuarahjí, ¡Mi querido sol! – susurró Carandaí. – No permitas que Mandió acabe conmigo y mi pueblo. No lo permitas mi dios…

Y no había terminado de hablar cuando Cuarajhí, el sol, envió a la joven un remolino de rayos potentes que la envolvieron y la hicieron desaparecer de la vista de Mandió.

Allí donde había estado Carandaí, brotó una planta esbelta y hermosa con una flor dorada que, al igual que la princesa, siguió siempre, con su cara al cielo, los rumbos del sol¨.

Y así fue, según cuentan los guaraníes, cómo nació el girasol.

 

20150111_133347

 

 

En construcción

Estamos empezando nuestro tercer ciclo de siembras desde la creación de Tungasuk, nuestro sueño y proyecto de vida. Y como estamos en la isla donde el tiempo se detuvo, hay que tener un poquitín de paciencia para ver nacer este nuestro blog, donde esperamos dar rienda suelta a nuestra escritura para hacer llegar a todos los que nos han visitado, todos los que han colaborado y han aportado ideas y nos tienen en sus pensamientos, un poco de lo que fue, es y acontece en este pedacito de paraíso caribeño.

Page 2 of 2

Powered by WordPress & Theme by Anders Norén