La chacra, esta chacra, nuestra, de todes, lleva 6 años ya en constante co – creación, cambio y transformación.


Ella como nosotres tiene meses, estaciones, años; unos mejores que otros. Se despierta con el canto de las aves, espera, vive, crea, se mueve al ritmo de la luna, evoluciona con cada estación.
Ella se vale por sí misma y a la vez se nutre y alimenta de nuestras alegrías, desaciertos y tristezas.
Ha estado enferma antes y ha logrado reponerse incontables veces. La encontramos tras un período de largo reposo. Descansada y ansiosa por compartir su poder creador.

Se ha enfermado a nuestro lado. Nos ha visto partir, crear y nacer en ella.
Nos guiña el ojo y recuerda que ella va a estar siempre allí.
Ha pasado por tantas manos que la cuidan y que también a veces la olvidan (mos) y descuidan (mos).
Pero ella es resiliente, se reinventa sola, almacena su propia energían crea su propio alimento, aun viéndose descuidada, desatendida o menospreciada.
Ha visto pasar tantos temporales y la han cuarteado tantas sequías que podría decirse que ya nada la asombra. Mas sabe que todavía quedan muchos otros por delante, no se apresura, no deja que esto le robe la alegría de seguir siendo.


Ha escuchado decir que, ella se encuentra en riesgo, ubicada en una zona vulnerable, el Caribe , región afectada por el cambio climático. Ella también tiene temores; teme perder esa capa de suelo fértil que le tomó tantos años construir, que se la arrebaten sin preguntarle. Que la arrastre violentamente una lluvia por sorpresa. Mas esto no le impide florecer año con año, compartir de sus frutos.

No le gusta que la llamen ni midan por números, porcentajes; ser reducida a una unidad productora. Ya que ella seguirá siendo a través del tiempo, los años, el espacio y la vida. Estemos o no allí. No es inerte, seguirá viva.

No es perfecta, pero es nuestra…